martes, 29 de mayo de 2012


Me acaban de informar...


...de que en junio van a venir nada menos que cinco auditores de la central "para hacernos un test de penetración en el Cisco". Suena chungo, pero por lo que me comentan sólo se van a dedicar a los teléfonos. Está visto que para eso hacen falta cinco tíos.

Se me había olvidado que entre mayo y octubre es temporada de auditores.

Nooo, el buen tiempo y las tapas no tienen nada que ver.

Qué cruz.


lunes, 28 de mayo de 2012


Tu propio álbum debut


Hace tiempo salió este meme en un foro que leo de vez en cuando. Como tiene gracia y sigue funcionando he decidido comentarlo aquí: se trata de la creación de nuestra propia banda de música y el diseño de su primer álbum. Hay que hacer lo siguiente:

1 - Ir a esta página: http://en.wikipedia.org/wiki/Special:Random
Aparecerá un artículo de la Wikipedia al azar. El título del artículo que aparezca será el nombre de nuestro grupo.

2 - Ir a esta otra página: http://www.quotationspage.com/random.php3

Las cuatro últimas palabras de la última cita será el título de nuestro primer disco.

3 - La última página a visitar: http://www.flickr.com/explore/interesting/7days/

La tercera foto, no importa lo que sea, será la portada del álbum.

Lo curioso es que salen diseños bastante creíbles, sobre si tenemos un poco de arte para maquetar la carátula. Yo no lo tengo, y aún así mi disco quedó resultón:


Tiene un cierto aire a Britpop de los 90, creo

Mein Mann, que para esto tiene mucha más mano que yo, se marcó este álbum punk-gamberro donde los haya:




Y para terminar, rescato esta portada del foro de Meristation. Corresponde al forero odioyrabia, que claramente se debería dedicar a esto si no lo hace ya:

El autor lo definió como "Rollito indiefolk radiotresero". Estoy de acuerdo.

Pues eso, que os divirtáis...

viernes, 25 de mayo de 2012


Lilas


Esta mañana he llegado al trabajo antes de lo habitual. El conductor del primer bus que cojo por las mañanas era nuevo, así que no debía de saber que la norma en la línea 153 es ir despacito, no sea que se mareen los viajeros. El caso es que he aparecido por aquí a las 7:40. Y olía a lilas. No era una ráfaga pasajera no... He cerrado los ojos y por un segundo ya no estaba al lado de la carretera de Burgos, he olvidado los coches, las excavadoras de la obra cercana y la máquina de fichar que me esperaba en la tercera planta. Lo único que había era la brisa de la mañana y el aroma de las lilas.

Enfrente de mi oficina hay un edificio antiguo con un jardín grande, y aunque desde fuera no se ven, imagino que en el interior debe de haber un montón de estas flores. No sé por qué nunca las había olido antes, quizá hoy la brisa venía del norte, o puede que hayan florecido hace poco. Me da igual. Lo que sé es que me espera un día aburrido, tengo cien temas sin cerrar y un curso hasta las seis de la tarde, pero de pronto estoy de buen humor :)

lunes, 21 de mayo de 2012


Visto el año pasado...


...en un conocido almacén de bricolaje. LOL.



sábado, 19 de mayo de 2012


De viaje: bichos en Oporto (y III)


Cuando estuvimos en Oporto a primeros de abril tuvimos la oportunidad de comprobar que la ciudad parece ser pigeon-friendly. Teniendo en cuenta que lo habitual tanto en España como por ahí fuera es oír quejas sobre la plaga que suponen las palomas (la expresión "ratas con alas" se puso de moda hace ya años) es raro encontrar una ciudad donde no parece que les preocupe el tema. Había palomas por todas partes, y claro, las estatuas (que abundan casi tanto como las palomas) no es que estuvieran muy limpias... Pero las culpables no sólo eran las palomas, porque el lema de la ciudad debería ser "ninguna farola sin su gaviota". Para muestra un botón:

Este bichín parecía estar muy a gusto en su farola.

Pero el bicho que más nos soprendió fue un lagarto que encontramos en el Parque da Cidade. Nos sentamos casi a su lado porque no lo vimos hasta que se movió, y no es que fuera pequeño precisamente (basta con fijarse en la colilla que tiene al lado en la foto). Se nota que desconfiaba de nosotros porque nos miraba raro, pero no le debimos de dar mal rollo, porque se quedó a tomar el sol con nosotros. Qué majo.

Este estaba aún más a gusto que la gaviota.


miércoles, 16 de mayo de 2012

De libros: Sense and Sensibility, de Jane Austen

 

Aprovechando que el año pasado al fin completé mi colección de obras de Jane Austen en inglés, decidí releer las que ya conocía y poner en lista de espera las que me quedan, que si no recuerdo mal son Emma y Persuasion. En verano leí Northanger Abbey, que me gustó bastante, y la semana pasada terminé Sense and Sensibility. La edición que tengo es la de Penguin Classics con comentarios, que vienen bien a la hora de situarse en la sociedad de principios del siglo XIX (la primera edición se publicó en 1811).

La novela nos habla de la familia Dashwood, y en concreto de las dos hijas mayores, Elinor y Marianne. Elinor es juiciosa y comedida, el modelo de mujer de la época, mientras que Marianne es totalmente opuesta: extravagante, espontánea y sin respeto por las convenciones sociales. Ambas vivirán dos historias de amor y desengaño muy parecidas y reaccionarán de maneras distintas dadas sus diferentes personalidades.

La historia es bastante simple, pero resulta fascinante por el retrato que Austen hace de la sociedad de entonces a través de estas dos hermanas y de los personajes que las rodean: la señora Dashwood, encantada de que sus hijas tengan perspectivas de casarse con alguien de clase alta, el tímido Edward Ferrars, el serio y educado coronel Brandon, enamorado perdidamente y sin esperanza de Marianne, quien sólo tiene ojos para el encantador Willoughby... Cuando leo a Jane Austen tengo que recordarme que lo que tengo entre manos fue escrito hace 200 años, porque es difícil no sentir como algo actual la sátira y el ingenio que se desprenden de sus personajes. Se trata de arquetipos que siguen siendo válidos hoy día, como demuestra este párrafo que acabo de seleccionar al azar de la edición en español. ¿Quién no se ha encontrado en esta situación?

"(...) No faltó, sin embargo, la conversación, porque sir John era muy locuaz y lady Middleton había tenido la sabia precaución de llevar con ella a su hijo mayor, un guapo muchachito de alrededor de seis años cuya presencia ofreció en todo momento un tema al que recurrir en caso de extrema urgencia. Debieron indagar su nombre y edad, admirar su apostura y hacerle preguntas, que su madre contestaba por él mientras él se mantenía pegado a ella con la cabeza gacha, para gran sorpresa de su señoría, que se extrañaba de que fuera tan tímido ante los extraños cuando en casa podía hacer bastante ruido. En todas las visitas formales debiera haber un niño, a manera de seguro para la conversación. En el caso actual, tomó diez minutos decidir si el niño se parecía más al padre o a la madre, y en qué cosa en especial se parecía a cada uno; porque, por supuesto, todos discrepaban y cada uno se manifestaba estupefacto ante la opinión de los demás."

Sobre el estilo, yo diría que no es tan difícil como se podría esperar, aunque tampoco es como leer a Dan Brown. A ratos se hace cuesta arriba, sobre todo los párrafos largos en los que es fácil perder el hilo, o cuando usa grafías distintas a las actuales (como el verbo shew en lugar de show). Pero si es posible, es una gozada leer el original. Lo recomiendo para cualquiera a quien le gusten las historias de época, o románticas, o las dos cosas :)

miércoles, 9 de mayo de 2012


Angry Bird


¡Me encanta! :)


martes, 8 de mayo de 2012


Algo bueno tenía que tener la globalización


Justo cuando me había convencido de que no iba a encontrar nada más adictivo que los Angry Birds, me topé con un jueguillo gratuito llamado LogosQuiz. Me lo enseñó Paula en plan "mira qué tontería he encontrado", lo instalé para echarle una ojeada... y esa noche por poco no me acuesto, jeje.

 La mecánica del juego es muy sencilla: hay que adivinar a qué marca corresponden los logos que aparecen en la pantalla, teniendo en cuenta que están retocados para que no se reconozcan inmediatamente. Por ejemplo, en el caso del BBVA sólo se muestra la "A", dando fe del buen branding que tienen, porque nada más verla te viene el nombre a la cabeza. Cada intento fallido resta puntos al acierto final, de forma que un logo adivinado al primer intento da 100 puntos, al segundo 90 y así sucesivamente. Según se van acumulando puntos se desbloquean niveles, cada uno con logos un poco más difíciles de reconocer que el anterior.

Porque sí, puede que reconozcamos BMW o Iberia a la primera, pero cuando la cosa se internacionaliza y nos encontramos con los logos de la BBC, Thai Airways o el Bank of China, la cosa se complica. Especialmente para mí, que debía de estar fuera cuando repartieron ese superpoder que es la memoria visual. Y claro, es difícil no picarse cuando esa "H" azul te suena tanto pero no sabes de qué, así que acabas en Google Images buscando cosas como "Blue H Logo" y te hartas de ver logos azules con H, todos fantásticos pero ninguno es el que buscas. Por suerte el programa ha previsto esto y por acumular puntos concede un número limitado de pistas, que se pueden usar para averiguar que, después de todo, esa ola blanca y negra que te está dando guerra es un fabricante de ropa deportiva cuyo nombre es una sola palabra de la forma B-------G.

LogosQuiz está disponible en el App Store para iPhone y iPad, y el sitio web de su desarrollador está aquí. Un último consejo: no conviene obsesionarse con esto en horas de trabajo, o se corre el riesgo de soltar "¡Billabong!" en medio de esa reunión especialmente aburrida. Y claro, da un poco de mala imagen :)

lunes, 7 de mayo de 2012

De libros: Mala Ciencia, de Ben Goldacre

 

Mi amigo Víctor me regaló este libro el año pasado, y aunque en aquel momento me pareció interesante, el caso es que se quedó en espera en la estantería hasta hace unas semanas, cuando por fin me dio por leerlo. Si llego a saber lo que me iba a divertir, lo habría empezado mucho antes.

Ben Goldacre es doctor en medicina y columnista en el periódico británico The Guardian, y está especializado en desbancar todo tipo de mitos pseudocientíficos de esos que están tan de moda hoy en día. Eso es precisamente lo que hace en este libro, en el que no deja títere con cabeza: la homeopatía, las cremas milagro, el nutricionismo, las teorías conspiratoriales, las leyendas urbanas ("hacer esto o lo otro produce esta enfermedad espantosa") y las figuras mediáticas que nos venden todo lo anterior. Al principio pensé que el libro se iba a centrar en las terapias alternativas, pero no es así: hay capítulos enteros dedicados a comentar cómo importantes proyectos de investigación producen resultados poco fiables debido a estudios mal realizados, o cómo las estadísticas pueden distorsionar la realidad y alarmar innecesariamente al público.

La lectura de este libro es muy entretenida, llena de anécdotas con nombres y apellidos, y el estilo del autor es sencillo y directo. Se nota que Ben Goldacre sabe de lo que habla y le da lo mismo si alguien opina que es pedante o condescendiente. No es mi caso, y aunque ya estaba al tanto de algunos de los bulos de los que habla (como la supuesta relación entre la vacuna triple vírica y el autismo, por ejemplo), he aprendido mucho leyéndolo. Reconozco que no volveré a gastarme un duro en cremas con antioxidantes o "Progenium XY", LOL.

En mi opinión lo único que se le puede achacar a Mala Ciencia es que está centrado en UK, por lo que los casos concretos que cita nos sonarán de oídas en el mejor de los casos. Sobre la traducción no tengo nada que decir, salvo que abusa de la corrección política que está ahora tan de moda ("las falacias que los maestros y maestras enseñan a nuestros niños y niñas"... ¡aj!)

Un apunte más: el autor mantiene el sitio web Bad Science, donde se pueden leer sus columnas publicadas desde 2003 (eso sí, en inglés).