lunes, 31 de diciembre de 2012

Cosas que echaré de menos cuando esté en UK


Hoy que es el último día del año y parece que toca recordar lo que ha pasado en estos 365 días, he decidido mirar hacia delante y pensar en lo que va a ser esta aventura de mudarnos a UK. Y claro, lo primero que viene a la cabeza son las cosas que dejaremos atrás y echaremos de menos. Porque por mucho que nos guste Londres, siempre será distinto de lo que tenemos aquí, y estoy segura de que habrá muchas cosas que hoy ni siquiera tengo en cuenta y echaré en falta cuando esté viviendo allí. Ahora mismo me vienen a la cabeza las que cuento a continuación. Ojo, no hablo de amigos ni de familia, a los que ya mencionaré otro día porque de momento sólo de pensarlo me dan los siete males :P 

Los gorriones

Cualquiera que me conozca un poco sabe que me encantan estos pájaros, me quedo embobada mirándolos cuando se bañan en agua o en arena, o viendo cómo los machos cortejan a las hembras en primavera (y cómo ellas les fríen a picotazos :)

El número de gorriones domésticos en UK ha descendido mucho en los últimos años, así que no cuento con verlos allí. Lo ciento es que en nuestras visitas a Londres nunca vimos ninguno, aunque el verano pasado oímos piar a un par de ellos en un árbol cerca de Covent Garden (je, ¿y qué no hay en Covent Garden?). Así que creo que me tocará acostumbrarme a ver herrerillos, carboneros, pinzones, jilgueros, petirrojos y demás pájaros pequeños habituales en la zona norte de Londres, que bien pensado también será divertido. Claro que hace poco vi en un foro de observación de aves un mensaje sobre gorriones en la zona de Watford... Y la foto de la izquierda, que es de Wikipedia, se llama Passer-domesticus-England-bathing, así que ¿quién sabe?

Los libros de mi padre
Ya comenté en la entrada anterior que tenemos que deshacernos de la mitad de nuestras cosas, y me temo que eso significa que he de decir adiós a la biblioteca que heredé de mi padre. En su día ya tuve que reducirla porque era enorme, y ahora no me queda otra que quedarme con una docena de libros y desprenderme de todo lo demás. Estoy bastante segura de que no iba a (re)leerlos, porque la mayor parte son ciencia ficción de los años 50-60-70 en español, que o bien he adquirido en inglés porque prefiero leer el original, o bien tengo en formato electrónico (que no me termina de gustar, pero reconozco que es práctico). Y además la mayoría van a ser para Víctor, que sé que los va a cuidar igual o mejor de lo que lo hubiera hecho yo. Pero sí, me da pena.

La fabada asturiana
Bien, en este caso no es que vaya a echar de menos el plato en sí, porque sé que lo comeré cada vez que vaya a Gijón. Pero voy a echar de menos hacerla en casa, con las fabes y el compango que nos compra mi suegra en el Alimerka cada vez que vamos, y que son mucho mejores que las tablas de fabada que venden por ahí para turistas. Claro que, ya puestos, puedo intentar pasarlos en la maleta y rezar para que no los pillen en la aduana del aeropuerto :)

El roscón de Reyes
Este sí que me temo que será difícil que lo vuelva a comer (suspiro). No creo que volvamos a España por Navidad, porque por mucho que lo diga el anuncio, es de las peores épocas para viajar. Así que salvo que  venga alguien a pasar las fiestas a casa y se lo traiga en la maleta, lo tengo complicado. Hmm... Marta, ¿qué tal si te lo planteas para el año que viene? Estoy deseando ir de compras contigo por Carnaby Street. O por donde sea. Y podríamos aprovechar para hacer stalking de You-Know-Who... ;)



miércoles, 26 de diciembre de 2012

Nos ha tocado la lotería...


...y eso que no jugamos. Pero vayamos por partes. Llevo todo el mes de diciembre sin escribir aquí, en parte por el jaleo que traen siempre las entrañables fiestas navideñas, aunque también ha tenido la culpa mi PC de casa, que con solo un añito de vida ha decidido regalarme un cortocircuito en la fuente de alimentación. Qué detalle. Menudo susto nos llevamos cuando le di al interruptor y se fue la luz de toda la casa. En fin, esperemos que no se haya llevado por delante nada más, aunque por suerte está aún en garantía (y ya veremos cómo se portan en el servicio técnico). Pero sigamos con la historia.

Pensaba haber hablado de mis impresiones tras leer Lord of the Flies, que por alguna razón no había leído hasta el verano pasado (sí, lo sé, es imperdonable) y me pareció brutal, en todos los sentidos. Y también quería comentar el simpático artículo que me envió Víctor acerca de armaduras femeninas razonables, que tiene mucha gracia y más razón que un santo. Incluso quería copiar la respuesta del Servicio Madrileño de Salud a la reclamación que puse hace poco, aunque eso aún lo haré un día de estos.

Pero contra todo pronóstico El Plan salió adelante hace unos pocos días, sin anestesia ni nada, así que tuve que dedicar mi tiempo y mis neuronas a poner en marcha una mudanza a UK en poco más de mes y medio. Y deshacernos de la mitad de nuestras cosas, claro, sobre todo libros, porque a los precios que va la vivienda en Londres creo que podemos optar a una caja de zapatos, y eso con suerte. Claro que podría ser peor... la empresa podría haber estado en la City en lugar de un tranquilo extrarradio al norte, con lo que la opción habría sido alquilar una caja de cerillas. Céntrica, eso sí. Y como dijo mein Mann, te puedes dar con un canto en los dientes si no está en llamas :P

En resumen: si todo va como esperamos, entre febrero y marzo estaremos viviendo en las afueras de Londres. Así que a partir de ahora este blog empezará a incluir mis experiencias con el traslado a UK y luego viviendo allí, que después de todo es para lo que lo creé.

Esto va a ser la debacle. Pero sí, nos hace mucha ilusión :)