Primer
La semana pasada estábamos en la oficina hablando de películas que involucran distintos niveles de realidad o líneas de tiempo alternativas, tipo Memento , Origen o eXistenZ . Entonces recordé que aún tenía por ver Primer , una película independiente de bajo presupuesto que según mein Mann dejaba en pañales a las que he mencionado antes, al menos en complejidad. Así que ayer decidí verla, aprovechando que con el cambio de horario tenía un par de horas libres.
El caso es que los dos protagonistas dan con el invento por pura casualidad, y cuando se dan cuenta de lo que tienen entre manos deciden utilizarlo para hacerse ricos (¿y quién no lo haría?). Pero claro, el hecho de volver atrás en la misma línea temporal que uno vive normalmente (creando un bucle, por así decirlo) tiene algún que otro riesgo, y además eso de evitar las paradojas acaba siendo más complicado de lo que parecía. Hacia la mitad de la película el espectador se da cuenta de que lo que ha estado viendo hasta ese momento no es necesariamente lo que parece. Eso si tiene suerte y ha estado atento, claro, si no a estas alturas el espectador está más perdido que un pulpo en un garaje. Y para cuando salen los títulos de crédito, lo habitual es tener un interrogante flotando sobre la cabeza, junto con las palabras WTF.
El caso es que Primer me ha gustado, incluso aunque necesite verla otra vez (o dos) para enterarme de lo que ha pasado. En ese sentido, la película deja a Memento casi a la altura de un episodio de Barrio Sésamo . Eso sí, si alguien se anima a verla que tenga en cuenta que su presupuesto total fue de 7000 dólares, y eso se nota. Hay quien se queja de que parece un proyecto de estudiantes de secundaria, con algo de razón, aunque eso a mí no me ha molestado especialmente. Salvo en la calidad del sonido, que no es demasiado alta, al menos en la versión original. Entre eso, la jerga tecnológica que emplean los protagonistas y el hecho de que parece que hablan para el cuello de la camisa, los subtítulos son imprescindibles.