martes, 24 de abril de 2012


Para contar las horas


El año pasado le regalamos a nuestro amigo Fernando un reloj LED por su cumpleaños. En concreto el THE ONE Samui Moon SM102G2, es éste:


Hasta hoy era el reloj más original que había visto. Ahora ha pasado a ocupar el segundo puesto, detrás del QLOCKTWO by Biegert & Funk (clic para ampliar la foto):


Lo que no sé es si será cómodo para llevarlo en la muñeca, o el precio que tendrá cuando salga a la venta en otoño. Si juzgamos por los casi mil euros que vale el modelo de pared, no creo que sea nada barato. Pero lo que no se puede negar es que es fácil de leer. Sí, hay versión en español.

viernes, 20 de abril de 2012

De viaje: Curiosidades en Oporto (II)


Tras unos días en los que el trabajo no me ha dado un respiro, por fin tengo un momento para publicar una entrada que tenía en mente desde que volvimos de nuestras minivacaciones. Y es que en Oporto hemos visto más cosas, digamos, curiosas de lo que es habitual.
(Ojo, hay que hacer clic en las fotos para ampliarlas).
El primer ejemplo es una fuente que encontramos cerca del puerto. Ya de por sí el estilo llama la atención, en medio del barrio antiguo uno esperaría algo de líneas más clásicas. Es un cubo. Con pájaros encima. Y uno de ellos parece que se acaba de estrellar contra el cubo. El caso es que me gusta, pero lo encuentro un tanto raro :)


El segundo puesto se lo lleva este mural de azulejos que vimos en el frontal de una iglesia en la Rua de Santa Catarina. Sé que suena irreverente, pero... en fin, a mí me parece que este señor está volando una cometa con forma de crucifijo. Y el colega que está a su derecha piensa lo mismo, a juzgar por cómo se lleva la mano a la cabeza. Vaya, un facepalm en toda regla. Parece estar diciendo "como te vea el cura del pueblo lo llevas chungorrr..." 


Pero la imagen que se lleva la palma es la de esta fachada, de nuevo en el barrio antiguo. En Oporto es habitual ver edificios abandonados, algunos poco menos que se caen a cachos. Pero ¿a quién se le pudo ocurrir colocar esas figuras de cartón en las ventanas? Encima están hechas una pena, nótese la del ángulo inferior izquierdo, decapitada y con la cabeza pegada a la pared. En la foto con luz de día ya se aprecia que el resultado es un tanto inquietante. Pero doy fe de que vista al anochecer, entre los desconchones, las ventanas rotas y las figuras infernales, la casa da Mal Rollo. Con mayúsculas. Juas.



martes, 10 de abril de 2012


De viaje: Oporto (I)


El fin de semana del 30 de marzo nos fuimos a pasar un par de días a Oporto. No conocíamos nada de Portugal, así que consideramos también Lisboa, pero allí es más fácil que mein Mann tenga que ir por trabajo, con lo que podríamos hacer una envolvente de las nuestras y quedarnos un par de días más. Además nos habían hablado bien de Oporto, por ejemplo mi amiga Yol me dijo que no dejara de visitar la Librería Lello, que tiene fama de ser una de las más bonitas del mundo. Así que reservamos el hotel, sacamos los billetes y hasta conseguimos viajar, pese a que entre la huelga general del 29 y las convocadas por los pilotos de Iberia tenía pinta de que nos íbamos a quedar en tierra.

Está claro que no era un buen fin de semana para los augurios, porque también pronosticaban lluvia los tres días de nuestra estancia y nos hizo un tiempo estupendo. Lo pasamos muy bien, nos gustó la ciudad y nos divertimos mucho tomando el bus turístico rojo, de esos de doble altura, que entre las cuestas, los adoquines y las calles encaramadas en lo alto de la ladera es mejor que algunas montañas rusas que conocemos. Y tengo que decir que todo el mundo tenía razón: la Librería Lello es preciosa, la ciudad tiene encanto pese a que hay edificios que se caen a cachos (o quizá precisamente por eso), y tanto el minicrucero por el Duero como la visita-degustación a la bodega merecen la pena, ambas recomendaciones de Joana.

Otro día hablaré de unas cuantas cosas raras que nos encontramos y de los bichos que vimos, todos muy majos. De momento dejo unas fotos y un consejo: el bus turístico está bien para ver la ciudad, pero en este caso es mejor prescindir de los cascos. El comentario sobre los monumentos es interesante, pero creedme, hay un límite a la cantidad de veces que puedes oir *el mismo fado*. Purleez!

Vista del Duero y el Puente Luis I:


Vista de Oporto desde Vila Nova de Gaia: