lunes, 25 de febrero de 2013

...Y ya estamos aquí

Esta mañana al despertar me he dado cuenta de que hoy hace una semana que estamos instalados en nuestra nueva casa. Y yo con estos pelos sin escribir en el blog, qué barbaridad. Y es que estos días se han pasado volando, aunque apenas me he dedicado a otra cosa que no sea abrir las cajas que los chicos de la mudanza dejaron por aquí, e intentar encontrar un sitio para todo lo que iba desembalando. Je, si ya lo sabía yo... Tendrán mucha experiencia en mudanzas internacionales, pero cuando aseguraron que lo desempaquetaban todo "sobre superficies planas" en un solo día sospeché que nunca se habían enfrentado a 800 libros, y a lo rápido que estos ocupan las superficies planas. LOL. Total, que ahora estamos rodeados de cartones y papel de envolver, sobre todo de este último, porque parece que emplearon una tonelada. Eso sí, no me voy a quejar, porque salvo un par de cosillas sin importancia de momento no parece que hayan roto nada.

En estos días he podido comprobar que en general me apaño bastante bien por aquí, aunque es cierto que lo de entender al personal depende de la zona de donde vengan. La semana pasada pude comprobar que entendía perfectamente al carpintero que vino a arreglar la ventana y al técnico del proveedor de Internet que nos instaló el cable. Sin embargo, al operador de la compañía eléctrica que nos cambió el contador sólo le entendía una palabra de cada dos, aunque por fortuna tampoco necesitó que le diera conversación. Y reconozco que tiré la toalla con la amable señorita que me llamó para darme la bienvenida de parte de mi nuevo operador de telefonía móvil. De todo lo que me contó saqué en limpio que me activaba la facturación electrónica, y que su servicio de atención al cliente está para lo que pueda necesitar. Pero vaya, igual le contraté algún servicio exótico e interesante sin saberlo... ya lo veremos cuando llegue la factura :P

Por último dejo un par de fotos que tomé el fin de semana pasado, que bajamos a Londres a hacernos miembros del British Museum. Aprovechando que hacía buen tiempo dimos una vuelta por una de mis zonas favoritas de la ciudad:



Luego dimos un paseo hasta Green Park, y al pasar por la zona de Leicester Square nos topamos con el M&Ms World London, que ni sabíamos que estaba allí. Nada menos que cuatro pisos dedicados a M&Ms, casi nada, quién iba a decir que estas pastillitas de colores daban para tanto. A mí no es que me apasionen, pero pasamos a la tienda por echar una ojeada, y casi tuvimos que salir de nuevo por la cantidad de gente que había. Así que sí, tienen éxito. Y sí, mein Mann  salió de la tienda con una caja de M&Ms. Que no ha durado nada, por cierto.



jueves, 14 de febrero de 2013

En el aire...

...o casi, porque si no hay retrasos estaré volando hacia Londres dentro de unas 10 horas. Hoy he entregado las llaves de la que fue nuestra casa durante los últimos 10 años, 4 meses y 14 días. Nunca había vivido tanto tiempo en el mismo sitio, ni siquiera con mis padres, con tanto traslado cuando era pequeña. Puede que por eso me diera tanto mal rollo ver la casa vacía el otro día, cuando se fueron los de la mudanza.

Pero bueno, como me dijo ayer Joana, ahora es el momento de mirar hacia delante, a nuestra casita en las afueras de Londres y a todas las experiencias nuevas que vamos a tener. Leí en alguna parte una frase atribuida a Confucio que viene muy a cuento en nuestro caso: "Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes deberá acomodarse a frecuentes cambios". Ya veremos si es verdad, porque si algo hemos tenido en el último mes y medio han sido cambios. Y lo que queda. Seguiremos informando :)



sábado, 9 de febrero de 2013

Desde mi ventana

La foto de abajo la tomé el martes pasado desde la ventana del salón de nuestra nueva casa en las afueras de Londres. La de más abajo está tomada esta mañana desde la ventana del dormitorio de la casa de Madrid, que dejará de ser nuestra en unos pocos días. No pueden ser más diferentes ¿verdad?

Es curioso como estas dos fotos resumen los cambios que está suponiendo esta aventura a la que nos hemos lanzado. De golpe y porrazo perdemos un dormitorio y un baño, cuatro pisos de altura, días soleados y secos la mayor parte del año y la colonia de gorriones que aún viene a nuestra ventana, pese a que dejé de ponerles arroz en el alféizar el verano pasado (nótese el bichín en la esquina superior derecha). A cambio ganamos un apartamento en un edificio de 130 años, antiguo orfanato y escuela, con un pequeño jardín lleno de encanto y de estorninos y petirrojos (y ya veremos lo que viene en primavera). Y zonas verdes allá donde miro, lluvia y días grises cada dos por tres (me encantan :), tener primavera y otoño todos los años y bajar a Londres en 20 minutos.

Hay quien dice que salimos perdiendo y que no lo entiende. Pero claro, quien dice eso no me conoce, o me conoce muy poco. Lo único que realmente echaré de menos es mi gente. Mucho. Pero de eso ya hablaré otro día.





domingo, 3 de febrero de 2013

A quick update...

...o lo que es lo mismo, va siendo hora de dar señales de vida. Y es que estos días están pasando muy rápido, no hay horas para hacer todo lo que hay pendiente, y eso que hasta ahora hemos estado los dos para repartirnos las tareas. Pero mañana mein Mann  ya empieza en su trabajo nuevo y a mí me darán las llaves de la casa, y tengo la sensación de que vamos a empezar a ir cuesta abajo y sin frenos. Pero qué caray, nos gustan las montañas rusas, así que sobreviviremos :)

Entre tanto dejo aquí un par de fotos que he tomado este fin de semana. La primera está sacada en la Tate Modern, ayer estuvimos dando una vuelta por allí. Aunque me gustó más el MOMA cuando lo visité hace algunos años, en la Tate siempre hay cosas nuevas que ver y sobre las que discutir, que es lo que más me gusta del arte moderno. La foto es de una obra en forma de cubo que jugaba con el efecto de varios espejos, es muy curiosa. Una pena que la exposición de Lichtenstein no estuviera aún abierta, pero en fin, será cuestión de volver el mes que viene.


Esta mañana cambiamos el chip  y nos fuimos a dar una vuelta por Kew Gardens aprovechando que queda a poco menos de una hora en el Overground  y solo hace falta un transbordo. Aquello está precioso incluso en esta época del año, ya han florecido las snowdrops  y algunos crocus, y había bastantes pájaros. Como el petirrojo de la foto de más abajo, que se nos acercó en uno de los invernaderos. Sabía que estos pájaros eran sociables, pero no imaginaba hasta qué punto. Este pequeño estuvo dando vueltas a nuestro alrededor un buen rato, y se me habría subido a la mano si hubiera tenido comida que darle. Lástima que mein Mann  no me dejara comprar una bolsa de gusanos secos especiales para petirrojos que vi en el supermercado el otro día. Vale que era un saco de dos kilos, pero qué caray, ¡si esto está lleno de pájaros!


Cuando nos íbamos, me he dado cuenta de que era la primera vez que no me marchaba con una sensación de tristeza por no saber cuándo iba a volver. Probablemente lo haré dentro de dos o tres semanas, pera ver una exposición de orquídeas que empieza el día 9. Sí, me gusta esto. Mucho :D