viernes, 25 de mayo de 2012


Lilas


Esta mañana he llegado al trabajo antes de lo habitual. El conductor del primer bus que cojo por las mañanas era nuevo, así que no debía de saber que la norma en la línea 153 es ir despacito, no sea que se mareen los viajeros. El caso es que he aparecido por aquí a las 7:40. Y olía a lilas. No era una ráfaga pasajera no... He cerrado los ojos y por un segundo ya no estaba al lado de la carretera de Burgos, he olvidado los coches, las excavadoras de la obra cercana y la máquina de fichar que me esperaba en la tercera planta. Lo único que había era la brisa de la mañana y el aroma de las lilas.

Enfrente de mi oficina hay un edificio antiguo con un jardín grande, y aunque desde fuera no se ven, imagino que en el interior debe de haber un montón de estas flores. No sé por qué nunca las había olido antes, quizá hoy la brisa venía del norte, o puede que hayan florecido hace poco. Me da igual. Lo que sé es que me espera un día aburrido, tengo cien temas sin cerrar y un curso hasta las seis de la tarde, pero de pronto estoy de buen humor :)

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