lunes, 28 de octubre de 2013

Se me está pegando...

...la afición que tienen en este país por la repostería. De siempre me ha hecho gracia lo de hornear bizcochos, pero nunca se me había dado demasiado bien, y ya si hablamos de suizos o magdalenas aquello era una lotería. Pues bien, no es que de pronto me haya convertido en una experta, pero últimamente estoy haciendo cosas bastante resultonas. Para muestra, estos scones que preparé hace poco:


Los scones son unos bollos típicos de aquí que se suelen tomar a la hora del té acompañados de nata o mermelada. Tienen fama de ser pesados y secos (de ahí lo de la nata o la mermelada para acompañar), aunque los de mejor calidad son esponjosos. Y estos míos quedaron estupendos, aunque esté mal que lo diga yo. No duraron nada en casa.

Claro que ayudó el tener un buen recetario, y sobre todo un buen horno. Viviendo de alquiler no esperaba encontrarme nada del otro jueves en cuanto a electrodomésticos, y efectivamente la lavadora o la nevera son bastante normalitas. Pero el horno es de aire caliente, que tenía entendido que iba de miedo para la repostería, y para mí que va a ser verdad. Y es que aquí en UK el horno es el rey de la cocina. Casi todos los platos precocinados que encuentro en el súper se preparan en horno convencional, y algunos también en microondas. Pero es que hasta los productos frescos traen instrucciones para cocinarlos al horno. Hace unas semanas encontré en un supermercado rodajas de emperador (cosa rara, porque no es un pescado muy común por aquí) y en la bandeja aconsejaban asarlas, ni se mencionaba que se pudieran hacer a la plancha. Así que supongo que es normal que la repostería esté a la orden del día.

Precisamente en el horno preparaba yo ayer unas verduras asadas para acompañar a un pollo que había comprado. Mientras las estaba cortando recordé que mi prima Bárbara me comentó poco antes de mudarme aquí que, por lo que ella sabía, las frutas y verduras en este país eran escasas y caras. Por lo que he podido comprobar, lo del precio depende del producto que se trate; por ejemplo las naranjas son bastante caras porque son importadas, mientras que las manzanas de producción nacional están muy bien de precio. Pero no son escasas en absoluto, y hay mucha variedad. Incluso en el súper de tamaño medio al que voy habitualmente encuentro cosas como chirivías (parsnips) y apionabo (celeriac), que nunca vi en Madrid. Los dos formaban parte de esa guarnición que preparé ayer, junto con patatas y zanahorias, que también quedó bastante bien. Eso sí, lo que no he sido capaz de encontrar son melocotones de Calanda. Snif, con lo que me gustan...



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