lunes, 5 de agosto de 2013

Los rigores (periodísticos) del verano

Desde que tuvimos la ola de calor este julio pasado, mi madre no cesa de repetir que ha visto en las noticias que aquí ha habido más de 700 muertos por culpa de las altas temperaturas. La expresión que suele utilizar es del estilo de "han dicho en el telediario que la gente allí está muriéndose por la calle por los golpes de calor". Al principio pensé que se trataba de un error, porque no hemos llegado a tener más de 31 grados, bastante menos que los 39-40 que llegué a ver en Madrid volviendo del trabajo algunas tardes. Pero me dio por investigar y encontré unas cuantas noticias confirmando las cifras que decía mi madre. De forma más o menos sensacionalista, todas anuncian la cifra de 760 muertos por el calor, "según cálculos oficiales".  Algunas se dignan incluso citar la fuente, la London School of Hygiene and Tropical Medicine, aunque no dan referencias a ningún estudio en concreto ni enlaces a su página web.

Lo primero que me llamó la atención de la citada web es que no había ninguna referencia a los fallecimientos por la ola de calor. Pero vaya, igual era porque las temperaturas ya habían remitido, así que tecleé "heat" en su buscador y encontré esto:

"Estimated number of premature deaths attributable to heat in England, July 6‐14th 2013."

El estudio está fechado el 17 de julio, y en el primer párrafo se indica que se trata de una estimación basada en una investigación epidemiológica publicada 2011, relacionando índices de mortalidad con la temperatura. El modelo hace una serie de suposiciones, como que el riesgo de morir se incrementa linealmente con cada grado de temperatura que supere cierto umbral, y especifica que en el estudio de 2011 hubo muy pocas muertes directamente atribuibles al calor. Afirma también que es poco probable que estos fallecimientos pudieran distinguirse de otros en los que el calor no tuvo nada que ver. La estimación es de 650 muertes prematuras, con un intervalo de confianza de 540-760.

Sin ser una experta en estadística, yo diría que este estudio realiza una extrapolación en función de datos de años anteriores, probablemente de cara a facilitar la gestión del riesgo ante futuras olas de calor en el Reino Unido. Y digo "probablemente" porque desconozco la finalidad con la que se realizó. Lo que está claro es que NO es un recuento de muertes producidas durante la reciente ola de calor.

Naturalmente los medios han preferido omitir esta última parte y publicar sólo la carnaza, dando por cierta la cifra máxima de 760 muertos que aparece en el documento. Por supuesto, basta con que una sola agencia de noticias lo publique para que aparezca en todos los periódicos y programas de noticias. Y así es como acaban alarmando a una señora de 72 años, que teme que su hija se haya mudado al infierno pese a que las temperaturas que citan los mismos medios son inferiores a las que ella misma está soportando en Madrid. Lo peor es que tengo la batalla perdida de antemano, porque mi madre es de una generación programada para no poner en duda lo que dicen las noticias. Me temo que sólo me queda intentar convencerla de que donde nosotros estamos no ha muerto nadie, así que puede quedarse tranquila. Qué le vamos a hacer.

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