Música y pollos

Esta mañana un compañero me ha contado una anécdota que oyó hace poco, acerca de un granjero que tenía dificultades para convencer a sus gallinas de que bajaran del camión cuando las trasladaba de un sitio a otro. Tras mucho experimentar, se le ocurrió instalar unos altavoces grandes en el patio de la granja y poner música disco a todo volumen. Nada más oir la música las gallinas corrían hacia los altavoces, con lo que el problema quedó solucionado.

Como me sonaba a leyenda urbana, he buscado información sobre el tema y he encontrado un artículo en la revista Psychology Today  que confirma que los pollos tienen una afición por la música fuera de lo común. Y no son los únicos, parece que esto se da en otros animales, incluyendo loros y gorriones. Incluso prefieren unos estilos musicales antes que otros.

Todo esto me ha dado una idea: la próxima vez que ponga arroz en la ventana para los gorriones, voy a probar también a ponerles algo de música, a ver si se animan a entrar en casa. Lo que no tengo claro es qué les gustará a estos pájaros. ¿Chaikovski? ¿Linkin Park? Hmm... :)